Conductores del SITP construyen con dignidad laboral sus proyectos de vida

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Conductores del SITP construyen con dignidad laboral sus proyectos de vida

Bus urbano parqueado en el paradero de SITP

(Oficina de Prensa) Bogotá, ene. 19 de 2017. Henry, Jhonny y Ricardo tienen en común que hacen parte del SITP.  A ellos, como a los 15.043 conductores en el SITP la vida les cambió generando nuevas y mejores posibilidades,  gracias a turnos diarios (rotativos) de ocho horas en promedio, con las prestaciones de ley (salud y pensión) y con ingresos suficientes para sostener con dignidad a sus familias. 


Día a día estos conductores movilizan a cientos de ciudadanos sabiendo que bajo su responsabilidad en el manejo de un bus, está la vida de sus pasajeros, respetando las normas de tránsito, aportando en la construcción de una mejor Bogotá y desarrollando proyectos de vida. 


Jhonny Álvarez - Gmóvil


Jhonny lleva 16 años trabajando en el concesionario Gmovil a la que él denomina como su segunda casa. 


“Para mí ser conductor es un trabajo excelente.  Aquí no se trata de correr sino de prestar un buen servicio, es un cambio.  He logrado por mi desempeño la superación personal.  Me siento bien remunerado, tengo mi apartamento y mi vehículo.  He cristalizado mi proyecto de vida y el de mis seres queridos, con mi trabajo he podido pagar la  universidad de mi esposa y el colegio de mi hija”.  


Henry Valderrama – Metrobús 


Henry lleva siete años en trabajando en el  concesionario Metrobús, en donde se ha destacado por tener a la fecha cero multas.


“Estoy contento. Tengo una buena remuneración, me pagan cumplido las horas extras que hago.  Mi trabajo me ha servido para crecer con dignidad junto a mis dos niños y mi esposa.  Este trabajo lo ejecuto con responsabilidad, sabiendo que llevo personas que como yo tienen ilusiones y metas por cumplir.  Me siento orgulloso de mi labor, que me permite tener tiempo para compartir en familia y para realizar mis vueltas personales”.  


Ricardo Monroy – Este Es Mi Bus
Ricardo Monroy  lleva dos años en la empresa y considera que el cambio es favorable, comparando su anterior trabajo como taxista.
“Tengo una mejor calidad de vida gracias al ingreso monetario.  Comparto con mi núcleo familiar.  Tengo ocho horas laborales en promedio, gozo de mi seguridad social, lo que no tenía antes como taxista, y aspiro a una pensión.  He logrado dos ascensos, empecé manejando microbús, pasé a buseta y ahora estoy al frente de un bus padrón (80 pasajeros).  Gozo mi trabajo, disfruto lo que hago, para mí manejar es un hobby, y cuento con todo el respaldo de la empresa.  Me he podido capacitar en sistemas, siento que he crecido como persona y se abren nuevas posibilidades para mi esposa e hijo”.


Para estos tres conductores las épocas del transporte público colectivo, en donde la ‘guerra del centavo’ cobró muchas víctimas, fueron terribles porque “no se respetaba al ser humano que manejaba y menos a los seres humanos que se transportaban”.  


Ahora con la dignificación laboral y las permanentes capacitaciones en normas de tránsito, accidentalidad y charlas sobre motivación personal, se busca el respeto en la vía y la reducción de los accidentes de tránsito. 

 


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Fecha de publicación 19/01/2017
Última modificación 19/01/2017

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