Abecé chatarrización o desintegración de buses alimentadores de la Fase II

Abecé chatarrización o desintegración de buses alimentadores de la Fase II

Bus alimentador en proceso de chatarrización

1. ¿Qué es la chatarrización o desintegración de buses?

El proceso de chatarrización se trata de la desintegración física total del vehículo hasta convertido en residuos.

2. ¿Por qué se desintegran?

En primer lugar, para el ente gestor, el proceso de desintegración garantiza que los vehículos no vuelvan a ser usados en ninguna parte del país, evitando que estos emitan material particulado. En el caso de los 60 buses a chatarrizar se evita entre 0.5 y 0.6 toneladas por año. 

En segundo lugar, se generan otros beneficios asociados al cuidado del ambiente porque el proceso de chatarrización se asemeja a un proceso de reciclaje, es decir, se transforman los materiales del bus en nuevas materias primas para otros sectores.

3.¿En qué casos los vehículos deben ser desintegrados?

Para la desintegración de vehículos se contemplan las siguientes situaciones: 1) Por condiciones mecánicas. 2) Por accidentes. 3) Por decisión judicial o administrativa. 4) Por cumplimiento de la vida útil del vehículo.

Y, las condiciones para ser desintegrados principalmente son: el cumplimiento de vida útil, las condiciones técnico-mecánicas y los parámetros legales exigibles por DIJIN.

4. ¿Por qué se decide desintegrarlos y no venderlos o usarlos de otra manera?

Se desintegran porque han cumplido su vida útil y función en el Sistema; porque han disminuido las condiciones de seguridad y/o por renovación de flota como mejora de política ambiental. Mientras que su uso o venta a otros actores genera un alto costo de mantenimiento y no tienen las capacidades óptimas de funcionalidad.

5. ¿Cómo es la logística para realizar estos procedimientos y cuál es el costo?

El proceso de chatarrización está regulado desde las autoridades de tránsito y transporte, donde los propietarios y/o concesionarios deben adelantar los trámites pertinentes, cumpliendo con los requisitos para tal fin; entre los procesos a adelantar para realizar la chatarrización se encuentran: presentación a la DIJIN, desintegración física y cancelación de matrícula.

Los costos son asumidos por el propietario y/o concesionario, aunque estos costos no son mayores entendiendo que la desintegradora también remunera económicamente el vehículo, casi que los costos en que se incurren y los pagos realizados por la desintegradora son cero ($0).

6. ¿Cada cuánto se chatarrizan los buses en TransMilenio?

En TransMilenio, cuando se trata de buses del componente zonal o alimentación, se realiza la chatarrización cada 12 años prorrogables hasta 14 años si es de flota usada, o prorrogable hasta 15 años si es flota nueva que se vinculó durante la ejecución contractual del SITP; y 15 años de vida útil para los vehículos de nuevas tecnologías. En el caso del troncal, está sujeto a la duración de los contratos.

7. ¿Los buses que no se chatarrizan y salen de circulación en Bogotá pueden operar en otras ciudades?

Sí se pueden usar en otras ciudades, pero esto tiene una condición: que el vehículo no haya cumplido la vida útil que establece la normatividad nacional para el transporte público colectivo, la cual es 20 años. Adicionalmente, deben tener la aprobación de la autoridad de transporte del municipio que recibe el vehículo. Esto se hace con vehículos que todavía tienen un tiempo de vida útil razonable.

8. ¿Es obligatorio que los vehículos sean chatarrizados una vez salen de circulación?

No hay una norma que obligue la chatarrización de los vehículos, pero no chatarrizar implica que sigan generándose los gastos relacionados con impuestos y seguro, por lo que se asume que es un costo mayor mantenerlos sin poder trabajarlos.


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Fecha de publicación 17/03/2021
Última modificación 17/03/2021

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